CORREDORES DOMINICANOS COMPETIRAN EN JAMAICA – Alvarez y Aguayo Salieron Kingston
Exactamente con este titular, hace 42 años, fue publicada la reseña de la primera participación de pilotos y autos dominicanos en el exterior.
Fue la primera vez, que corredores de autos dominicanos, correspondiendo a una invitación de la Jamaica Racing Association, salieron del país a representar la República Dominicana en una competencia internacional; y ese honor, recae sobre los pilotos de autos dominicanos Horacio Alvarez II y Rafael Aguayo, quienes en agosto del año 1972 embarcaron sus autos de carreras Toyota 1,000 Modificado y VW-Corvair (Súper Deserter) hacia Jamaica, para participar en la primera de las 2 carreras programadas en esa isla, las cuales se corrieron en el Autódromo Vernan Field, un antiguo aeropuerto abandonado, habilitado como pista de carreras.
Leyendo la reseña periodística de la época y conversando directamente sobre esta hazaña con sus protagonistas, les comento, que como integrantes de la delegación dominicana también participaron Diego Febles, quien llevo su famoso Ford Escort 1,600 Súper Saloon, y Chuck Fleischauer, quien fue el jefe de mecánica del equipo, compuesto por 3 autos.
La Participación de la delegación Dominicana en Jamaica fué excepcional, ya que analizando la capacidad de desplazamiento de los autos y las categorías donde compitieron, los resultados obtenidos por Horacio Alvarez II, Rafael Aguayo y Diego Febles en pista y de Chuck Fleischauer en pozos, fueron excelentes.
Alvarez II compitió en 2 categorías; en la categoría Sedan Modificada hasta 1,200cc, donde ganó el primer lugar, y en la categoría Handicap hasta 1,600cc, donde obtuvo la segunda posición. Es importante destacar, que lo hizo compitiendo contra autos de una mayor cilindrada que el suyo y conduciendo magistralmente su auto Toyota 1,000cc Modificado, importado directamente desde la fabrica por Jacinto Peynado; para que un auto de su marca compitiera en nuestro país contra los autos de otras marcas que hasta en ese momento dominaban la categoría “D” que agrupaba los autos hasta 1,200cc.
Aguayo, lo hizo en la categoría Libre sobre 1,800cc, e hizo una de las demostraciones más impresionantes del día, pues no pudo clasificar y largó desde la última posición. La carrera estaba pactada a 15 vueltas sobre una pista de 1.8 millas de distancia y faltando sólo 2 vueltas y a punto de rebasar el auto Lotus (Súper 7) que se encontraba ocupando la primera posición, su auto VW-Corvair (Súper Deserter) rompió la correa del alternador -la quinta (5ta.) que rompió durante ese fin de semana- y tuvo que abandonar la competencia, lo cual le impidió subir al podio de ganadores.
Febles, íntimo amigo de Alvarez II e invitado por él para representar nuestro país, a bordo de su Ford Escort 1,600cc Súper Saloon, compitió en 3 categorías; en la categoría Handicap hasta 1,600cc ganó el primer lugar; en la categoría Libre sobre 1,800cc obtuvo el segundo y en la categoría Súper Libre sobre 2,500cc obtuvo su tercer triunfo del día, cuando arribó a la meta en la tercera posición, completando así un día victorioso para él y para la delegación Dominicana, la cual fué premiada, como la delegación con mayor cantidad de triunfos en este evento.
Quiero completar esta crónica, puntualizando dos cosas, primero que para esa época, en nuestro país, existían una gran cantidad de clubes de automovilismo, entre los que se encontraban el Santo Domingo Auto Club (SDAC), el Quisqueya Auto Club (QAC), el Club Automovilístico del Norte (CADEN), el Listín Diario Auto Club (LIDIAC) y la Marina de Guerra Auto Club (MDGAC); entre otros clubes, lo que generaba una gran rivalidad deportiva, la cual los impulsaba a celebrar múltiples competencias de velocidad que cubrían todo el territorio nacional y hacía que cada uno de esos clubes se esmerara en la organización de sus eventos, tratando de ser nombrado el club del año por la Federación Dominicana de Automovilismo; ese año el SDAC, ganó la distinción.
Y segundo, agradecerles a todos y cada uno de los integrantes de esta primera delegación dominicana, sus grandes esfuerzos, sacrificios y el legado que a través de su vida deportiva le dejaron al deporte de motor de la República Dominicana.
Finalmente, recreando las actuaciones y analizando los resultados obtenidos en carrera por Don Horacio, Aguayo, Don Diego y Chuck, tenemos que concluir que la participación de la primera delegación de pilotos de autos de la Republica Dominicana en el exterior, es una de las más exitosas que registra el automovilismo deportivo de nuestro país en toda su historia.
Jose Ramirez
